El 24 de mayo, nuestra compañera Rocío Díaz facilitó un espacio de cuidados en el que pudimos compartir nuestras experiencias y reflexiones sobre el cuidado de la vida.
Rocío es mujer frontera, mujer migrante. Nació en Caracas (Venezuela) y desde 2010 España es su otro hogar. Forma parte del colectivo feminista Mujeres Supervivientes y facilita talleres sobre prevención de violencia de género, habilidades de la comunicación, liderazgo, cohesión de equipos e inteligencia emocional. Ha escrito este hermoso texto en el que narra el taller que dinamizó con el grupo de mujeres de Las Resilientes:
«En este taller, tuve la oportunidad de encontrarme con un grupo de mujeres muy potentes que compartieron algunos momentos de sus vidas enfocados en los cuidados. Puedo decir que todas -y no es exageración- recordaron con amor y gratitud a esas personas que con generosidad les brindaron y les brindan cuidados; esas personas que prestan sus oídos para escuchar cuando necesitan exteriorizar lo que les aqueja; esos seres que les brindan el cobijo de una mirada cargada de empatía amor y respeto; esos abrazos sanadores; esas manos que acarician la frente y ayudan a que se despejen los pensamientos. Personas que abren puertas y ventanas para que la luz se lleve y disipe lo que nos atormenta; personas amorosas que cocinan alimentos que van más allá del cuerpo y alimentan el alma.
Ayer las cuidadoras recordaron los cuidados que reciben, reconocieron sus múltiples habilidades para ofrecer los cuidados y reflexionaron sobre los autocuidados. Comprender que no son las últimas de la lista sino que son prioridad, que merecen y requieren ponerse en el centro de sus vidas y partir de ellas, cuidándose y amándose para así poder seguir compartiendo los cuidados con otras personas. Y no olvidar que todas las personas estamos en capacidad de ser cuidadoras.
Los cuidados no tienen género. Tienen empatía, solidaridad, respeto, valorar a la otra persona y a sí mismxs.»
Finalizamos el taller dibujando «El árbol de los cuidado» en cuyas raíces escribimos las tareas de cuidados que realizamos diariamente y en las hojas, las habilidades que se necesitan para realizar esas tareas. El árbol cerró este encuentro como una obra colectiva la importancia del cuidado de la vida en nuestras sociedades.
0 comentarios